martes, 2 de diciembre de 2008

Unidad 8

CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN VENEZUELA.

Situación Actual.
La evolución de las sociedades modernas requiere, de manera fundamental, la incorporación de los resultados obtenidos por la investigación científico-tecnológica; esto significa, que requiere de la incorporación de los resultados obtenidos por la investigación científico-tecnológica a fin de poder marchar dentro del tipo de desarrollo que se tiene trazado.

En décadas pasadas, las políticas para importación de tecnologías, se basaron en la identificación de los efectos negativos (costos, selección inadecuada, desestímulo de capacidades locales), asociados a la adquisición de tecnología extranjera. En consecuencia, prevalecieron medidas para el control sobre la inversión, el registro de los contratos de tecnología y el régimen de patentes y marcas.

En los últimos veinte años, la mayor parte de los países latinoamericanos concentraron esfuerzos en el desarrollo de instituciones y creación de mecanismos financieros, principalmente subsidios, para estimular la actividad científica y revertir la tendencia hacia la disminución del financiamiento público para estas actividades, de manera que se logre el desarrollo y consolidación de las organizaciones de investigación y desarrollo industrial, y simultáneamente desarrollar programas que promuevan en el sector productor de bienes y servicios una cultura de valorización del conocimiento como instrumento de desarrollo de los negocios.
En la actualidad, Venezuela ha adoptado la tecnología y las políticas tecnológicas como herramientas de desarrollo y parte de las profundas transformaciones implementadas para dar al estado una estructura y funcionalidad coherentes al nuevo proyecto de país y en aras de que los productos de la ciencia, la tecnología y la innovación se articulen permanentemente y se orienten para agregar valor a los componentes reales del desarrollo sustentable.
Para el fomento y desarrollo de esas actividades, el estado destinará recursos suficientes y creará el sistema nacional de ciencia y tecnología de acuerdo con la Ley. El sector privado deberá aportar recursos para los mismos. El estado garantizará el cumplimiento de los principios éticos y legales que deben regir las actividades de investigación científica, humanística y tecnológica. La ley determinará los modos y medios para dar cumplimiento a esta garantía (Ley Orgánica de Ciencia Tecnología e Innovación).

Repercusiones.
Se considera, que los problemas que ha generado la tecnología son indirectamente provocados por la ciencia, ya que si no contáramos con los avanzados conocimientos científicos, no tendríamos una tecnología tan adelantada.

Los desechos ambientales que produce la tecnología han creado nuevas formas de enfermedades y fomentado otras. El propio trabajo es hoy más monótono y decepcionante. El ser humano necesita realizar algo que estimule su cerebro, su capacidad manual y también necesita variedad.

La industria de base tecnológica y las sociedades tecnológicas han dislocado la familia.
La facilidad de las comunicaciones incita a los hijos a irse muy lejos, y la familia ampliada a dispersarse más. Además debilita la transmisión cultural de las técnicas y los pedagogos tienen que intentar colmar esta laguna.

Normalmente, las sociedades están integradas por grupos coherentes en las cuales se reconoce la identidad personal y se ejercen presiones para coartar los actos antisociales.
En un primer momento, los efectos de la facilidad de las comunicaciones parecen beneficiosos, porque liberan a la gente de las presiones locales, pero al persistir esta tendencia, se quedan a menudo aislados.

Es indudable que la tecnología ha servido para que las guerras sean mucho más calamitosas, ya que afectan a todo el mundo, y no solamente a los civiles sino también a los neutrales y a los pueblos primitivos. La violencia y la delincuencia también se deben simplemente a la tecnología; por lo que se podría considerar la tecnología como uno de los problemas mas grandes de la sociedad actual, ya que la delincuencia es uno de los problemas mas abrumadores y que mas afecta a la sociedad.


Políticas y Estrategias para el Desarrollo Científico y Tecnológico.
La década de los noventa, estuvo marcada por la profundización de los cambios, que en todos los órdenes se habían venido perfilando desde mediados del siglo. En el caso venezolano, se añadieron acontecimientos en el ámbito político y social que de alguna manera anunciaban las transformaciones que han tocado en los últimos años la institucionalidad del país.

Los cambios se han expresado en la formulación de políticas de ciencia y tecnología que, al menos en el plano teórico, representan un giro en la visión del Estado con relación al papel de la ciencia y la tecnología en el desarrollo.

A partir de 1994, la dirección del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT) inició una consulta nacional que dio origen a la formulación de una nueva política, que significaba un cambio importante en la concepción acerca de la ciencia y la tecnología y la responsabilidad del Estado en esa materia. Dejó de verse a la ciencia y la tecnología como un ‘sector’, para considerarlo como un sistema integrado e interconectado de actores, instituciones y Estado.

Se propuso la figura de las Agendas como “una estrategia para combinar el capital social y el capital intelectual para mejorar la competitividad productiva y la calidad de vida de la gente.”. En tal sentido, las Agendas constituyeron la médula de la política de ciencia y tecnología, basada en un modelo de producción del conocimiento que rompía los esquemas prevalecientes hasta el momento.

Una de las razones a las cuales se atribuye el impacto relativamente menor de las Agendas fue el de no haber estado imbricadas en un proyecto de país a largo plazo y con una visión interinstitucional, además de que el proceso de concertación no contó con la presencia de un Estado fuerte que condujera las políticas públicas, conciliando los intereses públicos con los definidos en las consultas con los actores involucrados, en donde a juicio de las autoridades actuales, se evidenciaba la presencia de la ‘mano invisible del mercado’.

A partir de lo antes expuesto, las autoridades que asumieron la conducción del Estado a partir de 1999 y, en particular, de la ciencia y la tecnología, proponen un Plan para hacer posible el desarrollo endógeno, sustentable y humano subyacente en su proyecto de país, para lo cual proponen que la investigación esté concentrada en diez áreas programáticas: innovación para el desarrollo endógeno local; hábitat y desarrollo; salud pública; calidad de la educación; soberanía y seguridad alimentaria; tecnologías de la información y la comunicación; petróleo, gas y energía; innovación para la gerencia pública; visibilidad y apropiación social del conocimiento; estudios estratégicos e históricos para América Latina y el Caribe.

Se espera que sea socialmente pertinente, que tenga una aplicación tecnológica, que sea útil para la solución de problemas de la vida cotidiana de la gente. Sin embargo, de allí a que se pueda hablar de un cambio significativo de perspectiva de quienes hacen posible la investigación científica, ya se trate de la propia comunidad de los investigadores o de los usuarios potenciales o reales de los resultados, es mucho más difícil.

Tradicionalmente, la producción científica ha tenido su espacio privilegiado en las universidades, por lo cual todas esas políticas de Ciencia y Tecnología propuestas y desarrolladas por el Estado, han reconocido el papel protagónico que tienen los profesores universitarios, como uno de los componentes del sistema, para llevar adelante su ejecución. Sin embargo, en Venezuela, según cifras del Ministerio de Ciencia y Tecnología, para el año 2004 sólo había aproximadamente 0,42 investigadores por 1000 habitantes económicamente activos, no obstante 75% de los cuales están ubicados en instituciones de educación superior, especialmente en las universidades públicas.

El crecimiento de la universidad moderna en Venezuela tuvo como uno de los postulados más preciados por los académicos pioneros del proceso de modernización de la institución, la insistencia en la necesidad de la participación de los profesores universitarios en actividades de investigación, no como un complemento en su carrera profesional, o como satisfacción de una vocación personal, sino como parte consustancial de su labor diaria.

Política Nacional de Estimulo de la Investigación.
El ámbito de la ciencia y la tecnología en países periféricos como Venezuela está asociado irremediablemente al mundo globalizado de hoy. El desarrollo del capitalismo a nivel mundial ha amenazado crecientemente la independencia de estas naciones exponiéndolas a las fuerzas que han desarticulado a la sociedad, debido a que se encuentran prisioneras de múltiples restricciones impuestas por un sistema de poder diseñado para mediar entre los intereses diversos y contradictorios de sociedades que deben manejar al mismo tiempo el orden macroeconómico, la escasez económica y la desigualdad social. Esta dinámica no ha permitido el desmontaje del círculo vicioso que ha caracterizado al país y que lo mantiene rezagado; además las políticas públicas que se aplicaron fueron insuficientes o inadecuadas para construir un verdadero sistema nacional de innovación en el mediano plazo, a pesar de los recursos económicos que han ingresado al fisco nacional en los últimos 40 años, básicamente por concepto de petróleo, que superan a los ingresos per cápita de todos los países de la región, y el potencial que sigue teniendo Venezuela en cuanto a recursos naturales y talento humano.



Organismos e instituciones encargadas del desarrollo Científico Tecnológico de Venezuela.

Los organismos que se encargan del desarrollo científico y tecnológico del país se encuentran: las universidades, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), INTEVEP (Instituto de Tecnología Venezolana para el Petróleo), ENIAC, CONICIT, ASOVAC, entre otros.

IVIC.

Reseña histórica
En 1955, Humberto Fernández-Morán, escogió terrenos en los llamados Altos de Pipe, para instalar el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC).
Fueron contratados varios investigadores extranjeros principal-mente especializado en la investigación biomédica, así como también se contrató la compra e instalación de un Reactor Nuclear.
El IVNIC tuvo una vida muy efímera ya que a la caída del General Marcos Pérez Jiménez, el gobierno provisional nombró una comisión para su reestructuración. Esta comisión elaboró un informe muy completo sobre IVNIC el cual se encuentra a la disposición de los interesados en la Dirección del IVIC.
Dicha comisión recomendó la creación de otra institución sobre la base de lo que era el IVNIC. Así, el 9 de febrero de 1959 se crea por decreto de la Junta de Gobierno presidida por el Dr. Edgar Sanabria el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas con carácter de Instituto autónomo, adscrito al Ministerio de Sanidad y Asistencia Social y se le asigna el patrimonio del IVNIC. Se nombra a Marcel Roche como su primer Director y organizador. El IVIC se creó en forma muy diferente al IVNIC, su naturaleza fue desde el principio multidisciplinaria con secciones de Biología, Medicina, Física,Química, Matemáticas siendo su finalidad "..La investigación funda-mental y aplicada en las diversas ramas de la..." "...servirá de capacitación avanzada y de consulta en esas ramas, en particular al Ejecutivo Nacional...". Marcel Roche fue Director durante 10 años. Se aplicó como política de ingreso el tener una capacitación de excelencia para realizar investigación.
Se planteó el crecimiento hacia múltiples áreas captándose investigadores sin importar mucho el área de trabajo sino la excelencia académica. Se siguió una política de seleccionar jóvenes venezolanos con inclinaciones hacia la ciencia y se los becó para realizar estudios en el exterior.
Se culminó la construcción de la estructura del Reactor Nuclear y se envió un grupo de personas para capacitarse en ingeniería nuclear. Con el reactor empezó la era nuclear en Venezuela, se formaron importantes grupos de trabajo en Tecnología Nuclear, en Radiofísica Sanitaria que hoy en día dan servicio a hospitales, industrias, forman recursos humanos especializados.
En 1972 se creó el Centro Tecnológico del IVIC con el objeto de llevar a cabo desarrollos tecnológicos en diversas ramas de las ingenierías y servir de base para la prestación de servicios.
La mayor parte del grupo de ingeniería se separó del IVIC en 1982 para formar la Fundación Instituto de Ingeniería. En los años setenta, el Centro de Química creció mucho y buena parte de los investigadores se orientaron hacia el área de petróleo, pasando el centro a ser de "Petróleo y Química".
En 1976, un importante grupo de investigadores y técnicos de ese centro se separó del IVIC para formar junto con personal de operadoras petroleras el núcleo de lo que hoy en día es el INTEVEP.
En 1982 un grupo pequeño de investigadores del área de biofísica del sistema nervioso se fue del IVIC para formar el Instituto de Estudios Avanzados (IDEA). En 1973, se decretó la creación de los estudios formales en el IVIC formándose el Centro de Estudios Avanzados que lleva a cabo programas de Maestría y de Doctorado en diversas áreas y prácticamente en su totalidad acreditados en el CNU. Además, en los laboratorios del IVIC se realizan tesis de licenciatura y de postgrado de estudiantes de Universidades Nacionales y del exterior.
Mención aparte merece la Biblioteca Marcel Roche del IVIC, que es el Centro de referencia para información científica en Latinoamérica. Recibe cerca de 4500 revistas periódicas y ha incorporado las técnicas modernas de la informática.
Desde sus comienzos, el IVIC ha tenido un estricto control del ingreso y permanencia de su personal científico el cual se realiza a través de una comisión clasificadora que evalúa la producción científica y las otras labores que tiene la obligación de realizar el personal científico.
Hasta fines de la década de 1970, el IVIC tuvo una fase de crecimiento a pesar de la escisión de varios grupos. Los sueldos y las condiciones de trabajo eran buenas, comparables con los del exterior. Por su localización en un medio ambiente prácticamente rural, el Instituto tenía internamente la mayor parte de lo que se necesitaba para los laboratorios: servicios de talleres de micromecánica, electrónica, carpintería, herrería, pintura, soplado de vidrio, taller de vehículos, entre varios más; viviendas para investigadores y estudiantes, campos de deportes, y otras facilidades.
El IVIC es una institución de excelencia medida bajo los parámetros de publicaciones, calidad del postgrado y preparación de su personal científico.
En 1989 el IVIC, sobre la base de un proyecto anterior, creó la empresa "Quimbiotec" con el objetivo inicial de producir medicamentos derivados del plasma sanguíneo humano. Esta empresa inició la fase de producción de albúmina en 1998 y de gamma-globulinas en 1999. Se espera que en el futuro desarrolle otros proyectos tecnológicos en el área productiva.
Visión y Misión
Visión
Ser el principal ente impulsor del desarrollo científico y tecnológico de la región a través de la generación de proyectos en áreas de impacto nacional e internacional.
Misión
Generar nuevos conocimientos a través de la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la formación de recursos de alto nivel. Para lo cual el Instituto será fuente de acopio informativo en el área, asesor y facilitador de servicios externos que garanticen el acceso directo y la difusión del conocimiento científico en Venezuela y en el Mundo.
Objetivos
Objetivos Generales
Investigar: Desde su creación, el IVIC ha sido centro fundamental de investigación científica del país, actuando como ente generador de conocimiento en importantes y vitales áreas para el desarrollo científico, social, económico, político y cultural de Venezuela.
Generar, procesar conocimientos y servir de organismo consultivo para el Gobierno Nacional y entes privados del país.
Formar nuevos recursos a través de Post-grados del Centro de Estudios avanzados (CEA).
Desarrollar o adaptar tecnologías en áreas biomédicas, petroquímicas, etc.
Objetivos Específicos
- Realizar actividades pertenecientes a las disciplinas científicas como: Docencia de pre y post-grado, servicios y asistencia técnica y asesorías en las ramas agroambientales, biológicas, médicas, físicas, químicas, matemáticas, socioantropológicas y tecnológicas, así como diversos proyectos interdisciplinarios.
- Formar recursos humanos de alto nivel; dirigidos a los programas de maestría y doctorado en las especialidades de Antropología, Bioquímica, Ecología, Fisiología y Biofísica, Genética Humana, Inmunología y Microbiología, Biología de la Reproducción Humana, Estudios Sociales de la Ciencia, Física, Matemáticas, Química y Física Médica. Dicha labor corresponde al CEA.
- Conservar y resguardar importantes documentos científicos los cuales suman hasta la fecha más de 6500 títulos de revistas periódicas. Y una gran cantidad de textos tanto nacionales como internacionales. Labor efectuada por la biblioteca "Marcel Roche", reconocida por la UNESCO como centro de documentación y de servicios científico-tecnológicos para Venezuela y América Latina.
- Incrementar el número de investigadores y post-doctorantes y profundizar los vínculos entre el Instituto y diversas actividades públicas y privadas del país.
- Promover la ampliación del radio de acción de los proyectos de investigación y los servicios hacia el análisis y resolución de problemas de impacto nacional.
- Culminar exitosamente los 325 proyectos adelantados por los 10 centros y Departamentos que integran el IVIC, en los cuales laboran más de 300 profesionales de investigación.
- Incrementar el número de publicaciones. Los resultados parciales de las actividades de todos los laboratorios del IVIC obtenidos durante 1999, fueron plasmados en 279 publicaciones nacionales e internacionales quedando otras 154 aceptadas para su futura publicación. En este período se presentaron 283 comunicaciones en congresos y reuniones científicas nacionales e internacionales.
- Continuar con las actividades de postgrado, pregrado y extensión realizadas por el CEA, bajo la coordinación del Decanato y la Comisión de Estudios. En los actuales momentos se han matriculado 43 nuevos estudiantes de postgrado: 25 en el programa de M.Sc. y 18 en el de Ph.Sc., en las especialidades de antropología, Bioquímica, Ecología, Fisiología, Biofísica, Genética Humana, Inmunología y Microbiología, Biología de la reproducción Humana, Estudios sociales de la Ciencia, Física, Matemáticas, Química, Física Médica y Modelos Aleatorios.
- Culminar el proyecto "Laboratorio Nacional de Secuencia de Acidos Nucleicos" (CESAAN), el Laboratorio Nacional de Resonancia magnética Nuclear, la Unidad de Servicios Clínicos (UNISERCLI), y el servicio de microscopía electrónica.
- Seguir con el plan relativo a la modernización de la plataforma tecnológica y ampliación de sus servicios en el ámbito de centros de investigación y universidades nacionales e internacionales. Este plan de la biblioteca promueve un acceso verdaderamente democrático a la información y contribuye al abaratamiento de los costos que involucra un servicio de esta naturaleza.
Quimbiotec, C.A. fue constituída el 22 de diciembre de 1988 y sus accionistas son el IVIC y el fondo de inversiones de Venezuela (FIV). Su misión es la elaboración y comercialización de derivados sanguíneos y otros productos químicos y biológicos de alta tecnología.
El Centro tecnológico fue fundado en 1973 con una orientación de centro de investigación y desarrollo tecnológico así como para la promoción, planificación y coordinación de las actividades tecnológicas en el IVIC. Con la salida del IVIC en 1976 de investigadores y profesionales para formar el INTEVEP, y luego en 1982 de investigadores e ingenieros para formar la Fundación Instituto de Ingeniería, el Centro Tecnológico pasó a ser un Centro de servicios y asesorías. Por ello, la Dirección del Instituto se ha propuesto reestructurar este centro hacia un ente que además de la investigación, contrate proyectos de desarrollo tecnológico, servicios y ejercicio profesional realizados por el personal del área sustantiva para clientes del IVIC.
Desde 1972, las autoridades del IVIC han estado comprometidas en la reorientación de las actividades de ciencia básica hacia el desarrollo tecnológico, así como han estado promoviendo cambios en la política de personal.
Mejorar las interacciones entre los diferentes grupos disciplinarios con el fin de permitir el desarrollo de programas ambiciosos al insertar las políticas de desarrollo institucional dentro del marco filosófico de la llamada "Sociedad del Conocimiento".
Sobrellevar con disciplina administrativa y alta calidad de trabajo científico una crónica deficiencia de recursos financieros agravados por la alta inflación y los procesos de reconducción presupuestaria.
Desarrollar los procesos de creación, difusión y uso de conocimientos y tecnologías implícitas en la formación de una sociedad del conocimiento.
Mantener sólidos grupos de exelencia en investigación fundamental.
Realizar una evaluación ciudadosa de la marcha de los proyectos que se llevan a cabo en el instituto.
Mantener y generar un creciente número de proyectos interdisciplinarios que respondan a políticas de prioridades basadas en los problemas de impacto nacional.
Garantizar la igualdad, la libertad, la democratización, el libre acceso, divulgación y uso del conocimiento científico para mejorar la calidad de vida de los venezolanos y de los demás ciudadanos del mundo.
Ubicación
Con un clima de bosque nublado tropical, en una atmósfera silenciosa y con una saludable protección ambiental, el IVIC reúne las condiciones de una Ciudad de la Ciencia.
Sus terrenos ocupan 832 hectáreas de bosques, y sus instalaciones reunen la colección de escultura exterior venezolana más importante del país.En este ambiente labora la comunidad del IVIC, formada por investigadores, investigadores jubilados en régimen de permanencia en labores de investigación, colaboradores visitantes (provenientes de otras instituciones), Profesionales de Apoyo a la Investigación (PAI), Técnicos de Apoyo a la Investigación (TAI), estudiantes de pregrado y postgrado, empleados administrativos y personal de mantenimiento.
Exactamente estamos ubicados en San Antonio de los Altos, Carretera Panamericana, Km 11, Altos de Pipe, Estado Miranda, República Bolivariana de Venezuela.

INTEVEP
Intevep (Instituto de Tecnología Venezolana para el Petróleo) se encuentra ubicado en la ciudad de Los Teques, Estado Miranda, Venezuela. Es la filial de Investigación y Desarrollo de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y se considera el brazo tecnológico de la corporación.
Intevep desarrolla proyectos en las áreas de Refinación, Exploración y Producción. Actualmente, es sede del Distrito Social Metropolitano para los Altos Mirandinos y posee la coordinación de la Misión Ribas.
En 1976 se dio inicio al proyecto de construcción de la actual sede que ocupa Intevep, ubicado en lo que hasta ese año había sido un seminario jesuita, llamado Villa Pignatelli, lugar escogido por reunir las condiciones ideales de ubicación geográfica. En junio de 1979, Intevep se constituyó como empresa mercantil, filial de Petróleos de Venezuela.
PDVSA Intevep está actualmente conformada por unos 1.200 trabajadores y trabajadoras.
Investigaciones y desarrollo.
La tecnología de reducción directa de óxidos de hierro AREX, desarrollada por SIDOR, ya ha sido vendida al exterior en una demostración del potencial de competitividad en el desarrollo de procesos que Venezuela podría explotar. La exitosa introducción de la tecnología de relevamiento de información territorial utilizando sensores remotos satelitarios, desarrollada por el CPDI del Instituto de Ingeniería, es otro ejemplo del valor que pueden agregar los centros de investigación industrial la producción nacional de bienes y servicios. El desarrollo de variedades agrícolas, como p. ej. La variedad PV 8 de maíz, e insumos agropecuarios, como el Venefostracal del FONAIAP, han tenido un importante impacto en rubros estratégicos de la producción nacional. El IMME en sus más de 30 años de historia ha prestado doscientas mil asesorías a la industria de la construcción, contribuyendo al avance de la Ingeniería Estructural y Sismorresistente en el país.
Problemática del futuro hombre en función al estado actual de la ciencia.

En la Venezuela actual, y de siempre, la tecnología se ha entendido como un producto de forma final (VHS, TV, WALKMAN, FAX etc.), sin embargo, no se han adoptado la tecnología y las políticas tecnológicas como herramientas de desarrollo debido al síndrome “no inventado aquí”. Es necesario convertir a Venezuela en una sociedad innovadora mediante la aceptación de que la tecnología es una de las herramientas fundamentales del desarrollo económico y social y de que es posible, y no sólo posible sino necesario, imprescindible, el esfuerzo nacional para la adopción, adaptación, creación y puesta en producción de tecnologías orientadas a mejorar las capacidades competitivas del sector productos de bienes y servicios. En AVINTI estamos convencidos que ésta es la mejor manera de mejorar la calidad de vida de los venezolanos y mejorar nuestra competitividad internacional.

No resulta difícil visualizar la distribución de las funciones que se compartirán entre el Estado y el sector privado hacia el futuro, en el marco de los nuevos paradigmas de desarrollo. Para mediados y finales de esta década, el Estado se concentrará en sus funciones fundamentales como son: Salud, Educación, Seguridad e Infraestructura territorial. La producción de bienes y servicios será responsabilidad de los actores del sector privado, limitándose el Estado en esta área a los aspectos normativos y de fiscalización de la actividad privada.

Los entes generadores de tecnología, los institutos de investigación, tradicionalmente han orientado su atención al CONICIT y a las universidades, descuidando al sector consumidor de sus productos, la industria, y los entes promotores y financiadores de las actividades de transferencia de tecnología (Ministerio de Fomento, FONCREI, CORPOINDUSTRIA, etc.).

Si persiste la disminución del financiamiento del estado para las actividades de investigación y desarrollo en ciencia y tecnología, es muy probable que las universidades dedicadas a tales funciones desaparezcan. Es necesario revertir la tendencia hacia la disminución del financiamiento público para estas actividades, de manera que se logre el desarrollo y consolidación de las organizaciones de investigación y desarrollo industrial, y simultáneamente desarrollar programas que promuevan en el sector productor de bienes y servicios una cultura de valorización del conocimiento como instrumento de desarrollo de los negocios.

Por otra parte, si enfocamos el problema hacia las actividades de comercialización de la ciencia y la tecnología, se detecta que en Venezuela existe una brecha para financiar la transferencia de tecnología. El estado dedica, a través del CONICIT y los varios institutos de investigación y desarrollo (I & D) asociadas a las universidades, recursos a las actividades iniciales del desarrollo de un producto o una tecnología de producción; mientras que el estado y el sector industrial dedican escasos recursos para el escalamiento y desarrollo final de la ciencia para transformarla en las tecnologías productivas requeridas por la sociedad venezolana, y los pocos programas existentes carecen de mecanismos claros y adecuados que garanticen su continuidad y su éxito, (p. Ej. La desaparición del FINTEC). El problema se traduce entonces en que no hay financiamiento para hacer productiva la tecnología de producto o de proceso que se desarrolla en nuestros laboratorios y en nuestras empresas.

El punto más crítico en la comercialización de la tecnología es el del efecto demostrativo para lograr convencer a los inversionistas que asuman el riesgo involucrado en la fase de escalamiento y puesta en producción a nivel industrial, después que se ha desarrollado un proyecto tecnológico que se considere de viabilidad comercial. Muchas de nuestras tecnologías de producto y de proceso se han perdido en esta brecha y sólo han sido reconocidas por inversionistas externos, los cuales la desarrollan en el exterior con o sin la fuga de cerebros.

Algunas de las razones que aduce el sector productivo para justificar la existencia de esta brecha son:

· La investigación y el desarrollo no están orientados hacia las actividades comerciales.
· Los investigadores en las universidades y laboratorios del estado prefieren actividades académicas sin conexión con el mundo de la producción.
· Existen pocos recursos para financiar los estadios intermedios del desarrollo tecnológico (capital de riesgo), con mecanismos claros y adecuados para acceder a ellos.

Por otra parte, el sector de investigación y desarrollo aprecia que la cultura empresarial prevaleciente en Venezuela no valora los proyectos de largo plazo. Si bien estas observaciones pueden calificar como realidades, deben ser consideradas como retos a superar y no como obstáculos infranqueables: no deben impedir el diseño de políticas y la implantación de acciones para promover una situación que, en un enfoque estratégico, se califique como alcanzable y deseable en un futuro más o menos cercano. La utilidad de cualquier ciencia y tecnología para la sociedad venezolana es proporcional al grado de interacción entre los generadores de tecnología, los institutos de investigación industrial y los receptores de ellas, las organizaciones para cerrar la brecha. Los institutos de I & D asociados a AVINTI y otros laboratorios a nivel nacional tienen las capacidades y la experiencia para aplicar y desarrollar los descubrimientos científicos nacionales para construir los prototipos de productos e implantar los procesos innovadores. En un trabajo reciente se reseñan las características de los recursos humanos y la infraestructura de los centros asociados a AVINTI. Según la fuente, para el año 1989 estos centros contaban con cerca de 1400 profesionales dedicados a actividades de investigación, desarrollo y servicios tecnológicos y activos por el orden de los tres mil millones de bolívares. Asimismo, en sus desarrollos históricos, la mayoría data de la época de los años setenta, han alcanzado logros que demuestran su capacidad de aportar al dominio tecnológico y a la competitividad de sus clientes.

Mejorar la enseñanza de las ciencias es una prioridad para Venezuela debido a que es ampliamente reconocido que el apoyo a la ciencia y tecnología es uno de los factores más determinantes del desarrollo humano y económico, el papel central que juegan la ciencia y la tecnología en las sociedades modernas es incuestionable. Si bien Venezuela es uno de los países de América Latina con mayores recursos materiales y humanos, se ha quedado atrás en el desarrollo científico y tecnológico contemporáneo y ello dificulta la posibilidad de competir exitosamente en los mercados internacionales con bienes y servicios de alto valor agregado. Se trata de un tema que atraviesa transversalmente todos los sectores y afecta la eficiencia y la productividad de toda la economía. En las directrices del gobierno actual se plantea fortalecer a las instituciones de generación y transmisión de conocimientos y técnicas, vincularlas más eficazmente con la solución de problemas del desarrollo y promocionar la innovación tecnológica de las empresas mediante servicios y financiación adecuada. En particular, también se fortalecería el sistema de educación técnica superior no universitaria mediante la mejora de la equidad en el acceso, de la calidad y la pertinencia de los programas. En esta área se han tomado algunas acciones, como la implantación del programa de Ciencia y Tecnología que incluye la capacitación de recursos humanos para la investigación, el apoyo a los centros de investigación y desarrollo y de servicios tecnológicos, el fomento a la innovación en los sectores productivos y la difusión y popularización de la ciencia y la tecnología. En Venezuela históricamente se ha tenido una visión específica hacia la ciencia, esa visión hoy en día también se encuentra en transición, según a algunos autores la ciencia venezolana se encuentra en transición y se plantea un nuevo contrato social.

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